jueves, 14 de agosto de 2014

Vacaciones 2014 (parte I)

 
Cómo empezar a escribir sobre las vacaciones cuando han sido totalmente perfectas? Se que me voy a poner a escribir y no voy a parar y sabéis que es lo malo? (para vosotras me refiero, porque para mi va a ser bueno...) Que ninguna/o de vosotr@s vais a poder decirme:- paraaaaa!!!- jajaja.
 
Empiezo? Siiii!
El sábado 2 de agosto salíamos de casa a las 9:00 de la mañana rumbo a Isaba (o Izaba en vasco). Es un pueblecito del valle del Roncal en Navarra. Tocando Francia, pero eso viene luego, porque de camino nos encontramos con los Mallos de Riglo, en la provincia de Huesca. No me diréis que la vista no es espectacular, verdad?
Paramos, hicimos fotos, vimos como hacían rafting por el río, y seguimos camino.
 
Mallos de Riglo
 
Cuando llegamos a Isaba, nos estaba esperando Idoia, la propietaria de la casa en la que habíamos alquilado dos habitaciones. Se trataba de dos habitaciones en la buhardilla de la casa, que es totalmente de madera. Muy sencillas, pero cómodas y acogedoras. Fue una maravilla abrir las ventanas y escuchar el sonido de la txalaparta (Idoia nos dijo que era un vecino que estaba ensayando con ese instrumento que antiguamente usaban para comunicarse). En breve os hablaré de la experiencia en la casa, de momento seguimos con el recorrido.
Después de comer un buen plato de pochas y ajoarriero, fuimos a caminar por la montaña. El destino era la cascada de Belabarce. El camino era bueno y deberíamos haber llegado en un ratito, pero nos despistamos y tiramos monte arriba, hasta que nos dimos cuenta de que no era por ahí. Al final, después de que los tábanos nos incordiaran, que nos perdiéramos y que estuviéramos a punto de desistir, la encontramos.

Cascada de Belabarce

 La bajada hacia la casa fue más rápida que la subida a Belabarce, estábamos deseando una duchita y la cena. Pero tuvimos una sorpresa. Acabábamos de ducharnos Gorka y yo, cuando empezamos a oír música por la calle. Desde la habitación de Gorka pudimos ver como pasaban las gentes del pueblo con vestimentas típicas. A mi me hicieron mucha gracia porque me recordaban a la vez que nos vestimos de aldeanos en Carnaval. Así que ni cortos ni perezosos, dejamos a Alberto duchándose, y nosotros nos bajamos para ver qué era lo que pasaba.
Después de seguir a los participantes, y oírlos cantar canciones vascas, acabamos en la plaza del pueblo, donde, en un momento, montaron un akelarre. Idoia nos había dicho que era el día de la indumentaria, pero eso no nos lo esperábamos,

Akelarre en Isaba
 
Allí estuvimos, viendo como bailaban alrededor del fuego, tomando un poco de Zurracapote y viendo como preparaban sus ungüentos en la olla de las brujas.

Akelarre en Isaba
 De repente apareció el demonio, y con una horca iba dando golpes y pinchacitos a los asistentes, incluido Alberto, que, entre risas de Gorka, se llevó un par de pinchazos en la barriga.

Akelarre en Isaba
 
Las pobres "curanderas" acabaron mal. Vinieron los hombres del pueblo y se llevaron a dos para juzgarlas al día siguiente. Nosotros ya no vimos en que quedó todo, porque teníamos una excursión prevista, pero supusimos que las mandarían a la hoguera, porque alguien nos explicó que se cuenta en el pueblo que en tiempos de persecución de brujas, a dos mujeres de allá las condenaron.
 
Después de ver el akelarre fuimos a cenar a la casa donde estábamos alojados. Nos habían preparado una crema de calabacín ecológico, de cosecha propia, y lomo a la plancha. Una cena sencilla pero muy buena. Después Idoia nos presento a Aritz (su "chaval") y enseguida congeniamos los cuatro. Empezamos a hablar del tema catalán, y supongo que por afinidad de pensamiento, hicimos migas y eran las 12 de la noche cuando nos íbamos a la cama porque podíamos molestar al resto de clientes, que si no ;-)
 
La mañana siguiente nos reservaba la sorpresa del desayuno: café, leche con cola-cao, tostadas de pan, galletas, cereales, mantequilla, miel de pastor, mermelada casera... Así seguro que empezábamos bien la excursión!!!
Teníamos que subir el puerto de Belagua para llegar a las gargantas de Kakueta, ya en el lado francés.
La primera parada fue en el refugio abandonado de Belagua. Toda una lástima porque es muy bonito. Ahora sus habitantes son una manada de caballos muy sociables que rápidamente se acercaron a Gorka...

Refugio de Belagua

Después de un recorrido con vistas impresionantes del valle, y luego de los pueblecitos franceses, llegamos a las gargantas. No me cansaré de agradecer a Idoia el habernos insistido para que fuéramos, porque son una maravilla.
Si el norte de Navarra es habitualmente verde, lo de este año es una pasada. Como en la mayor parte de la península, el verano no ha acabado de llegar y ha llovido casi cada día. Este es el resultado:

Gargantas de Kakueta

Montes verdes, prados verdes, musgo verde... y agua cayendo por todos los sitios:

Gargantas de Kakueta

Esta es la cascada de las gargantas de Kakueta. A Gorka le encantó porque había paso por detrás y alucinaba.
Gargantas de Kakueta

Gargantas de Kakueta

Después de la cascada venía una gruta. No os dejo foto, porque aunque la gruta estaba bien, algún incívico había hecho "aguas menores" dentro y el olor era horrible, así que el recuerdo no puede ser mucho mejor. Yo no se como todavía queda gente tan guarra por el mundo! Luego pasa lo que pasa y nunca me ha parecido mejor término para los domingueros que el que se pone en mi tierra: Pixa-pins (Mea-pinos)

Después de salir de la gruta, nos comimos un bocata encima de una roca y volvimos por donde habíamos venido, parándonos delante de la cascada y haciendo fotos a un salto pequeñito que había debajo (el caso es ir probando con la cámara para ver si consigo hacerme con ella, pero de hacer un curso no me libra nadie!)

Gargantas de Kakueta
Tras las fotos y después de desandar el camino hecho, llegamos al coche, algo cansados por las dos subidas que hay al final, pero felices porque nos había encantado.
Quedaba mucha tarde por delante y aprovechamos cuando volvimos a pasar por el refugio de Belagua para hacer una "mini excursión" que sale de allí mismo.
Es el paso de Zemeto.
A mitad de caminata se nos puso a llover. Saca impermeables, tapa la cámara... -Mamaaaaaaa! Vamos a volvernos!!!- Pero si queda menos si seguimos para delante que volviendo!- Bueeeenooo, pero no corras!!!
Y para qué tanta parafernalia? Pues para nada porque en menos de 5 minutos había dejado de llover y calentaba el sol de lo lindo.

Paso de Zemeto
 

Habíamos pasado un día perfecto y aun nos quedaba la cena de Pascuala. Una ensalada de su huerto, completa, completa y pollo al horno. De postre, un flan casero que estaba para chuparse los dedos. Un poquito de charla y a la cama que al día siguiente queríamos seguir con nuestras rutas si el tiempo lo permitía.
 
Notas:
Para no cargar demasiado la entrada de las vacaciones, y que la podáis leer con calma (jejeje) la hago en dos veces

4 comentarios:

  1. que pasada de sitio, te juro que sin empezar a leer, he pensado en costa rica, pero no, la sorpresa es como digo siempre que en españa tenemos sitios alucinantes y pagamos burradas por conocer los de fuera, vaya viaje chulo, tengo que ir ahi, besoooooooooooooos

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    1. Si vas te acompañooooo!!!! jajaja. La verdad es que siempre que se piensa en el norte nos viene a la cabeza Galicia, Asturias, País Vasco... y el caso es que Navarra tiene grandes joyas que la gente de fuera no conoce. Lo dicho, que si vas te acompaño y si no puede ser y necesitas ayuda para organizar el viaje... ya sabes a quién preguntar! Besotes!

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  2. ¡Qué chulada! Ya veo que te lo has pasado en grande ¡Saludos!

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    1. Sí, sí! Lo hemos pasado estupendamente. Es que Navarra tiene muchas que ver! Besotes!

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